Masaje Tibetano KU NYE བསྐུ་མཉེ།

Una metáfora del Budismo Tibetano para explicar la relación del cuerpo-mente.

Cómo nuestra mente afecta al cuerpo y como el cuerpo afecta la mente es un constante flujo energético. Siguiendo uno de los ejemplos que el Budismo Tibetano nos ofrece, el cuerpo sería como una casa o templo, y la mente sería su huésped. De esta manera, las ventanas y puertas son los órganos de los sentidos y habitar la casa, cuidar todos y cada uno de sus rincones, mantenerla limpia, fresca, aireada es fundamental para vivir bien en ella. Cuando el huésped, nuestra mente, no habita esta casa con frecuencia, porque está fuera de ella la mayor parte del tiempo, viajando a través de los pensamientos que se generan en una mente sin control, la casa comienza a ensuciarse, oscurecerse, no hay presencia, no hay energía, no hay quién la cuide. Y así, esa casa, nuestro cuerpo, se enferma porque el espíritu que la habita no la llena de vida con su presencia.

Es por esto que la sanación puede ir directamente dirigida al huésped o a la casa, a la mente o al cuerpo. Y también a los dos desde una perspectiva holística. Porque ambos son, a la vez, una entidad que se percibe a si misma e identifica muy a menudo la una con la otra. La puerta de entrada a la sanación puede ser corporal y/o mental. En muchas ocasiones, un trabajo terapéutico profundo mediante el masaje permite el desbloqueo y la claridad que uno requiere para resolver a nivel emocional o psicológico. Otras veces, sanando recuerdos, traumas, heridas, emociones aflictivas, ideas o creencias limitantes, el cuerpo se alivia de sus dolencias y enfermedades. Así es la estrecha relación que existe entre cuerpo y mente, entre la casa y el huésped.

Lung རླུང།

Cuando la puerta de entrada a la sanación es el cuerpo, “la casa”.

El masaje tibetano contempla la tradición de los canales y vientos sutiles del cuerpo. Siguiendo con la metáfora, los canales del cuerpo, serían las tuberías, los cables eléctricos, la vigas que conectan y sostienen el techo, las paredes, todos esos soportes invisibles del prana, viento o Lung རླུང། ( palabra tibetana ). Cuando en alguno de esos canales se produce un bloqueo, incremento o descenso del viento, la energía deja de fluir en armonía y equilibrio afectando no solo a la parte bloqueada sino también a todo lo demás. Si una tubería de la calefacción se atasca en el sótano, el calor no subirá al resto de la casa. Así en nuestro cuerpo, todo lo que nos ocurre en alguna parte concreta, afecta al resto del cuerpo. Estamos interconectados dentro, como lo estamos afuera con todo lo que existe.

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